17 de agosto de 2022
De la economía linear a una circular
Por Ingrid M. Vila Biaggi
Ingeniera ambiental, Presidenta CAMBIO
Puerto Rico tiene la oportunidad de moverse hacia una economía y una gobernanza que permitan enfrentar los retos de esta y las próximas generaciones. La crisis climática, la corrupción, la falta de participación ciudadana en la toma de decisiones y la falta de atención del gobierno a estos asuntos demandan cambios sistémicos que faciliten respuestas innovadoras, inclusivas y sostenibles.
Tenemos la fuerza innata de crear, pero enfrentamos grupos de poder que, a través de la desinformación y de infundir miedo, intentan desalentar cambios que les restarían influencia. El estado colonial de Puerto Rico se sostiene sobre esos mecanismos y el bipartidismo los aprovecha para mantenerse en el gobierno. Por eso insisten en limitar nuestra capacidad colectiva de generar soluciones que rompan los moldes perpetuadores de los problemas. A falta de razones, obstaculizan y amedrentan.
Pero nadan a contracorriente. Los huracanes y sismos confirmaron que en nuestras comunidades hay un gran poder, subestimado por mucho tiempo: el poder de transformar. Se nutre de un valor enraizado en nuestra sociedad: la solidaridad. Juntos permiten conformar nuevos paradigmas y modelos. Y un campo donde precisamente yacen nuevas posibilidades es en el manejo de los recursos que descartamos a diario.
El funcionamiento económico linear vigente no responde a nuestras necesidades ni prioridades: extrae de nuestro entorno para producir mercancía, consumirla y desecharla. Esta cultura depreda recursos y vidas, además de acelerar el cambio climático. Desechar como única alternativa llevó a que los vertederos estén o vayan camino al límite de su capacidad, repletos de materiales con potencial económico.
Emulando el patrón de la naturaleza, podemos cerrar la brecha que queda entre botar y producir, utilizando los residuos como materia prima de numerosos productos. En vez de sufragar a un puñado de compañías que dependen de que descartemos todo, saturando vertederos y perjudicando la vida y salud de comunidades aledañas, generaríamos una diversidad de oportunidades económicas y buenos empleos.
Organizaciones y profesionales de distintos sectores presentamos al país y al gobierno local y federal un conjunto de estrategias como base para encaminar un modelo conocido como economía circular. Generación Circular (www.generacioncircular.org) es una propuesta económica sostenible que procura el manejo de los residuos creando justicia social y ambiental.
El modelo circular toma en cuenta los procesos de producción, consumo y disposición de materiales y los enmarca en reducir, reusar, rediseñar, restaurar y reciclar. Generación Circular propone acciones para cada tipo de material, con el objetivo de eliminar el desperdicio y la contaminación, mantener los productos y materiales en uso y permitir que los sistemas naturales se restauren. La finalidad es cerrar el ciclo localmente, promoviendo iniciativas y empresas del patio que procuren el aprovechamiento sostenible de los materiales, evitando que estos terminen en los vertederos. En columnas futuras, participantes en este esfuerzo abundarán sobre las recomendaciones por materiales.
Actualmente, el Departamento de Recursos Naturales y Ambientales desarrolla un Plan de Manejo de Residuos con fondos federales. El plan debería evitar la tendencia a expandir vertederos para lidiar con los residuos porque agudizaría los problemas en vez de resolverlos. En su lugar, proponemos que Generación Circular sea la alternativa para solucionar este y otros problemas de Puerto Rico. Con una estructura de gobernanza colaborativa podemos facilitar la implementación eficaz y eficiente de las estrategias.
La visión económica dominante de explotar-producir-consumir-desechar diezma recursos y detona retos ambientales, sociales y climáticos perjudiciales a nuestra salud, seguridad y bienestar. Es imprescindible que adoptemos una nueva visión económica que procure sacar el mayor provecho a los recursos que tenemos en el país, evitando el desperdicio, y que ponga en buen uso nuestra capacidad creativa y emprendedora para atender de manera sostenible y justa los retos y oportunidades que se nos presentan. Transformemos lo linear en circular.